sábado, 9 de enero de 2010

Cae a veces aquella coraza que me protege,
cae y me siento sola,
cae y me vuelvo vulnerable a tus actos,
cae y regreso al vacío, al dolor,
a la inseguridad, comienzo a dudar.

Pero jamás a desconfiar de ti,
me embargan las dudas sobre mí,
me pregunto si seré capaz de acompañarte,
si seré suficiente para hacerte feliz.

Y las respuestas no llegan,
desaparece la inseguridad,
micorazón sabe que te quiere
y no te dejará jamás.

Pero le digo a mi corazón:
en algún momento ya no nos querrá,
pues otra llegará a reclamar su compañía.

O quizás quiera él que me quede a su lado,
que esté presente en aquellos importantes momentos,
que sea quien provoque su cuerpo,
quien abrace su alma.

Y saldrán entonces de sus labios
aquellas palabras que tanto espero,
y brillarán sus ojos y sonreirá su alma.

lunes, 4 de enero de 2010

Aunque se destruya mi alma en mil pedazos
seguiré a tu lado,
como una fiel compañera,
como tu ángel escudero.

Riendo frente a ti,
ocultando mis lágrimas,
ocultando mi dolor,
soportando el tuyo,
apartando mi muerte un poco,
hasta que estés feliz,
hasta que llegue tu verdadero ángel.

Quisiera que mi vida y alegría alcanzaran para hacerte feliz,
pero sabiendo que no es así la realidad
lentamente me alejo y dejo limpio el camino
para el ser que vendrá después de mí.
Y nuevamente regreso, porque mi alma no soporta estar sin tu mirada,
sin tus palabras...

Si fui escogida para sacar cada flecha que tu corazón daña,
así lo haré, con el mayor cuidado,
sueva y delicadamente,
dejando caer las lágrimas de fénix.
Entonces podrás continuar con tu vida,
porque to moriré por tu alegría.